Pequeña Crónica del Festival de la Resistencia

El Festival de la Resistencia fue un éxito. Muchas personas y muchas organizaciones se acercaron al predio recuperado para llevar su solidaridad y su apoyo a la lucha de los y las sin techo.
A pesar del viento, y los momentitos de lloviznas nadie se movió de ahí y el Festival fue una fiesta de música, solidaridad y alegría. Defilaron artistas populares de gran nivel que, en un escenario improvisado entre algunas de las casas, con una bandera de fondo con la consigna "Mucha casas sin gente y mucha gente sin casas", compartieron su música y sus palabras de apoyo. Como marco del Festival los presentes pudieron ver una muestra de fotos del proceso de esta lucha y una exposición de los niños y las niñas del taller de plástica que se está realizando en el barrio desde hace unos días, coordinado por compañeras del Centro Cultural América Libre. Todo lo ocurrido fue transmitido en un programa especial de FM de la Azotea 88.7 que, con movileros en el barrio y conductores de lujo en el estudio, realizaron una labor periodística impecable.
Entrando ya en el Festival, tuvimos el honor de que el grupo musical del Centro Cultural El Septimo Fuego haya elegido ese marco para hacer su primera presentación pública, en la que deleitaron a los presentes que aplaudían y seguían con atención y entusiasmo el repertorio ofrecido. Charango, guitarra, bombo, bajo y violín hicieron de las suyas, al mando de los integrantes del solidario Septimo Fuego. Luego fue el turno del Pitu Farías, que una vez más trajo su música, su guitarra y su fuerza, para estar junto a los de abajo. Luego se leyeron las adhesiones recibidas hasta el momento, un listado interminable que encontró al finalizar un fuerte aplauso espontáneo guíado por la sorpresa de encontrar tantas y tan variadas muestras de apoyo y solidaridad de toda la ciudad, el país e incluso algunas de otras partes del mundo, como fueron algunas enviadas desde Brasil, México, Paraguay y hasta Australia. Luego fue el turno de "La miseria es Ilegal", murga de estilo uruguaya, que regaló canciones de su espectáculo "Colores", con las que captaron la atención de los más pequeños y pequeñas que quedaron hipnotizados por los coloridos trajes y exóticos sombreros. La fiesta y el baile explotaron cuando llegó el turno de Jeites, una increíble banda que cerró el Festival con mucho ritmo. ya en ese momento la alegría desbordaba a los presentes, brotaba por todos lados como hacía mucho no se veía. Los compañeros y compañeras de la red de apoyo bailaban y cantaban con alegre rebeldía, contentos de que la red y las adhesiones se amplía día tras día y felices de estar en el barrio; pero fue cuando un grupo de compañeras de las familias sin techo se lanzaron al baile que explotó la alegría y los gritos de festejos. Se festejaba el encuentro, el estar juntos y juntas, la elegría de luchar por una causa justa y de sentir que se está muy cerca de ganar, cerca de que los y las sin techo tengan que cambiar su nombre, de que pronto hablemos de una comunidad que supo luchar por sus derechos y que, con techo ya, empiezan a organizar un modo de vivir distinto, solidario, colectivo, rebelde, feliz.